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Comparecencia en Comisión de Sanidad del Senado

Referencia 715/000634 (04/04/2022)


Comparecencia del Presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), D. José Manuel Vázquez Lima, ante la Comisión de Sanidad y Consumo, para informar de las cuestiones propias de los médicos de urgencias y de emergencias y de los problemas con los que se encuentran.


Autor: Grupo Parlamentario Democrático (Cs)


Texto de la Solicitud


Miguel Sánchez López, Senador de Ciudadanos, perteneciente al Grupo Parlamentario Democrático (Ciudadanos, Agrupación de Electores “Teruel Existe” y Partido Regionalista de Cantabria), al amparo de lo establecido en el Reglamento de la Cámara, solicita la Comparecencia ante la Comisión de Sanidad y Consumo, del Presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, Sr. D. José Manuel Vázquez Lima, para hablar de las cuestiones que le son propias a los médicos de urgencias y de emergencias y de los problemas con los que se encuentran.


Palacio del Senado, 4 de abril de 2022


Orden del Día



Excmo. Sr.:


Tengo el honor de comunicar a V. E. que la Comisión de Sanidad y Consumo, celebrará una sesión el día 15 de febrero de 2023, a las 11:30 y a las 16:00 horas, con el siguiente Orden del Día:


- 11:30 Comparecencia conjunta del Presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), D. José Manuel Vázquez Lima, y del Presidente de la European Society for Emergency Medicine (EUSEM), D. Jim Connolly, para informar de las cuestiones propias de los médicos de urgencias y de emergencias y de los problemas con los que se encuentran.


• Solicitud de comparecencia 715 / 000634.

• Autor: SÁNCHEZ LÓPEZ, MIGUEL(GPD).


Comparecencia




El señor presidente lee el título que figura en el orden del día.


El señor PRESIDENTE: Damos la palabra al doctor José Manuel Vázquez Lima, del que me gustaría hacer una presentación un poco personal. Primero, porque es mi urgenciólogo de cabecera, aunque de momento no existe tal especialidad; me ha atendido varias veces, le doy bastante la lata (Risas). Y segundo, porque es un profesional abnegado, coordinador de los servicios de urgencias de varios hospitales y, durante la pandemia, fue el coordinador técnico y portavoz de la comunidad autónoma de Galicia. Así que va a ser un placer escucharle. Cuando quieras, tuya es la palabra.


El señor PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS, SEMES (Vázquez Lima): Muchas gracias, señor presidente.


En primer lugar, presidente, vicepresidentes, miembros de la Comisión de Sanidad del Senado, quiero agradecerles esta invitación formal para comparecer aquí en el Senado. Me acompaña también el doctor Jim Connolly, aquí a mi derecha, que es el presidente de la Sociedad Europea de Medicina de Urgencias y Emergencias. Hará una comparecencia en medio de la mía. También es médico especialista en urgencias y emergencias y consultant, médico consultor, en el Sistema Nacional de Salud británico.



Sin más, comenzamos si les parece. (El señor compareciente apoya su intervención con una presentación digital).


Mi ponencia hablará de estos cinco puntos, que ven ustedes: quiénes somos; la importancia de la atención en urgencias y emergencias; la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias; cómo está la situación en Europa, hablará el doctor Connolly; y los apoyos con que en estos momentos contamos.


¿Quiénes somos? La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias es la única sociedad representativa de los profesionales que nos dedicamos a las urgencias y emergencias, y su misión básicamente es prestar la mejor atención de urgencias y emergencias a nuestros ciudadanos. Creo que esto lo hemos demostrado sobradamente en estos años, lamentablemente. A eso nos dedicamos, a buscar la mejor evidencia y la mejor calidad asistencial para la gente a la que nos debemos.


¿Cuántos trabajamos en urgencias en España? Pues, aproximadamente, unos 25 000 profesionales; es el segundo colectivo sanitario más numeroso de este país. Nuestra sociedad científica es la tercera sociedad por número de socios —tenemos 14 000 socios en estos momentos—, tiene una estructura federal con diecisiete delegaciones autonómicas en todas las comunidades autónomas, con sus propias juntas directivas, y tenemos una amplia cobertura temática y fuerte presencia internacional.


A continuación les muestro algunos datos para que ustedes vean qué hace nuestra sociedad científica: el año pasado hicimos casi 700 cursos de formación, 150 jornadas, con más de 300 talleres. Nuestro congreso nacional en Vigo tuvo 3500 asistentes y, por supuesto, hacemos ciencia.


Tenemos dos revistas, dos cabeceros de revista. La primera, que ven en azul, que se llama Emergencias, está en el primer cuartil de su especialidad, es la tercera revista en el mundo en urgencias y emergencias, la primera en castellano, con un factor de impacto 5,32.


Somos activos, por supuesto, en redes sociales, donde tenemos casi 74 000 seguidores; ahí tienen la distribución por las distintas redes. La pandemia nos ha obligado, aunque no es nuestro sitio y no es donde más a gusto nos encontramos, a estar presentes en medios de prensa con unos impactos en el año 2022 de 4350.


Tenemos actividad internacional, somos la única sociedad reconocida en el ámbito europeo en el ámbito de urgencias y emergencias. Formamos parte de la Sociedad Europea de Medicina de Urgencias. Estamos dentro de la Unión Europea de Médicos Especialistas, que reconoce a todas las especialidades existentes en Europa, y formamos parte de la Federación Internacional de Medicina de Urgencias.


Les presento algunos datos sobre actividad internacional, simple y llanamente, para que les suenen. Somos socios estratégicos del Gobierno de España, tenemos un convenio de colaboración con la Aecid, actualmente estamos haciendo programas de formación en Mauritania y Etiopía. Colaboramos en Latinoamérica con la federación latinoamericana, hacemos jornadas internacionales conjuntas con ellos y también en la formación de médicos latinoamericanos, y en las situaciones actuales de crisis, por supuesto, no somos ajenos a ellas, particularmente en la guerra de Ucrania. En estos momentos estamos formando a refugiados sanitarios ucranianos en España, estamos formando a 250 refugiados sanitarios en nuestro país, organizado por nuestra propia sociedad. También formamos a los corresponsales de guerra con un convenio con la Agencia EFE para que sepan actuar en situaciones de emergencias y colaboramos con las instituciones oficiales, con el Gobierno, el Ministerio de Defensa, el Ministerio de Asuntos Exteriores, aportando voluntarios, como hicimos en el terremoto de Haití y actualmente estamos haciendo en Turquía.


Les voy a dar unos datos, aunque yo creo que ustedes son perfectamente conocedores, de cuál es la actividad de los servicios de urgencias y emergencias. Las urgencias de los hospitales suponen la entrada del 60 % de los pacientes que requieren hospitalización, y a veces somos el único dispositivo asistencial disponible, como bien saben. Nuestro compromiso es con el paciente, por eso estamos 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año.


Tenemos un papel clave en la atención de patologías tiempo-dependientes. ¿Cuáles son las patologías de tiempo-dependientes? Las que condicionan la vida del paciente, la hora de oro, el infarto, el ictus, el politraumatismo, la sepsis, la parada cardiorrespiratoria. En determinadas zonas, y les hablo particularmente de la España vaciada, somos el referente único en estas patologías y tenemos un papel relevante en los incidentes de múltiples víctimas en catástrofes, todos recordamos determinados incidentes o accidentes de múltiples víctimas, en Barcelona con los atentados terroristas, en el accidente de tren de Angrois, y ya no quiero remontarme a los atentados terroristas de Madrid en el pasado. De la pandemia casi no les voy a hablar porque seguro que ya están un poco cansados, pero creo que el papel relevante de estos servicios es incuestionable. Atendemos casi 28 millones de urgencias anuales, el 78 % en los hospitales públicos.


El concepto que ven ustedes ahí de presión es el porcentaje de pacientes que ingresan en los hospitales de donde proceden, se lo decía anteriormente, el 64 % de los pacientes que ingresan en los hospitales proceden de los servicios de urgencias y nuestra frecuentación es de 595 por 1000 habitantes. Nuestros servicios de emergencias, para que nos entendamos, los que todos conocen, 061, Samur, Summa, etcétera, atienden casi 6 millones de llamadas; movilizan casi 4 millones de recursos, con 136 incidentes por cada 1000 habitantes, y gestionamos también esto que ven ahí, HEMS, los helicópteros sanitarizados de todas las comunidades autónomas.


¿Y qué profesionales tenemos? Les doy solo los datos de la derecha, que son fáciles de entender. Aproximadamente, de todos los médicos que se dedican a atención especializada, un 19 % son médicos de urgencias; uno de cada diez médicos que trabajan en los hospitales lo hace en el área de urgencias. Quizá piensen: uno de cada diez y 19 %; nosotros consideramos que el médico que está en los servicios de emergencias es también un médico especializado y no está en los hospitales, de ahí que las cifras les puedan parecer dispares aparentemente.


¿Y qué situación tenemos? La situación es de una elevada presión asistencial de sobra conocida. Por supuesto, atendemos los virus respiratorios. Tenemos un problema añadido por la dificultad que tiene la población de acceder en ocasiones a la atención primaria. También nos hemos convertido en el atajo de las listas de espera, como bien saben, y tenemos un problema serio en muchos hospitales con lo que llamamos el drenaje, que es la demora en los ingresos, de ahí las imágenes que ustedes ven a veces en los servicios de pacientes acumulados. Este no es un problema del servicio de urgencias, ese paciente ya está atendido por el servicio, lo que está esperando es el ingreso en el hospital y se ha decidido, por consenso universal, entiendo, que el mejor sitio es que esperen en un pasillo de urgencias. Probablemente tengamos que plantearnos algunas ideas diferentes a esto.


¿Qué problemas tienen nuestros profesionales? Que las plantillas no están correctamente dimensionadas. Les anticipo que el mayor índice de temporalidad en todas las especiales existentes está en los servicios de urgencias y emergencias, que las plantillas están envejecidas —lo verán a continuación en una diapositiva— y que claramente tenemos una falta de relevo generacional para nuestros profesionales, y todo está ligado muy probablemente a una falta de formación reglada y homogénea. En España no existe una especialidad de medicina de urgencias, al no existir nuestros profesionales proceden de distintos lugares, con lo cual la formación es muy dispar en su origen. Esto no garantiza la mejor calidad y la mejor equidad en la asistencia al ciudadano, y además les quiero añadir que genera que no tengamos de manera continua un contingente de profesionales que vocacionalmente quieran dedicarse a esto. Al no tener MIR no tenemos profesionales que entren en nuestros servicios y que puedan suponer el recambio generacional futuro. ¿Dónde es evidente esto? En los hospitales donde no hay multiespecialidades, en los hospitales pequeños. ¿Y dónde es muy evidente? En los servicios de emergencias, donde el nivel de competencia tiene que ser excelso. Si ustedes sufren un accidente de tráfico en la calle, el médico que va en la UVI móvil a atenderlo tiene que ser, perdónenme la expresión, un tigre o una tigresa, tiene que ser el mejor, porque, si no, ese paciente se morirá.


Quiero que vean este vídeo. (Se proyecta el vídeo).



Creo que el vídeo es bastante claro sobre lo que ocurre realmente en España. Les llamo la atención sobre el voluntarismo, luego insistiré. Un sistema para atender a gente que realmente se juega su futuro en esa hora de oro no puede estar basado en una formación unificada en el voluntarismo: tiene que estar reglada. El profesional que atiende a estos pacientes tiene que formarse de manera adecuada y uniforme en cualquier sitio. El paciente que sufre un politraumatismo tiene que ser igualmente atendido en Burela, en la Seu d’Urgell, en Jaén o en Cuenca; y cuando el profesional va a trabajar a ese servicio tiene que tener la formación ya adquirida. Nos estamos jugando la vida de nuestros pacientes, de nuestra gente.


Una especialidad, cualquier especialidad, para que sea creada como tal, debe reunir básicamente estos requisitos que ustedes ven: la existencia de un campo de acción específico —creo que ya lo he citado anteriormente— con una demanda social elevada; la asistencia de un cuerpo doctrinal, y nosotros tenemos nuestro cuerpo doctrinal definido, está en el Plan de estudios europeo, ratificado por el Consejo Europeo de Especialidades Médicas y agrupado también en el programa de formación internacional de urgencias y emergencias; y un programa de formación que nosotros, por supuesto, tenemos desarrollado —insisto—: un currículum de la especialidad de medicina de urgencias. La evidencia de que existe ese currículum es que en España ya existe la especialidad de urgencias y emergencias en el ámbito militar desde el año 2016. Es más, nosotros contribuimos a la redacción de este currículum y trabajamos codo con codo con los urgenciólogos militares.


¿Qué ocurre si no tenemos una especialidad de urgencias? Pues lo que ocurre es que los profesionales que atienden a los pacientes tienen una formación que no es homogénea, es todo lo contrario, depende de la especialidad de la que provengan de partida, y puede ser cualquiera, es decir, no hay ninguna especialidad que delimite el acceso a urgencias; cualquiera, un especialista en radiología mañana mismo puede empezar a trabajar en mi servicio de urgencias, un especialista en reumatología también. Pero, cuando ponga a mi especialista en reumatología a atender un politraumatizado y haya que entubarlo, les puedo asegurar que tiene algo más que miedo, por eso tengo que ordenar mi servicio para que los médicos veteranos le ayuden. Esto no tiene ningún sentido si queremos planificar adecuadamente nuestro sistema sanitario.


Es lo que pongo en el punto dos, ¿en qué se basa la actual calidad? En la autoformación, en la buena voluntad de los médicos veteranos que se han formado por su cuenta, pero no podemos construir un sistema sanitario basado en el voluntarismo, seamos claros. La realidad es que hablamos de muchos problemas de la sanidad española, pero probablemente el problema de los servicios de urgencias y emergencias, dado que nosotros seguimos atendiendo a quien nos debemos, a los ciudadanos, es que se nos olvida en ocasiones y no tenemos un programa, no tenemos una especialidad reconocida en este momento en este país, a pesar de que tenemos los estándares y nuestro currículum perfectamente definido, no tenemos MIR propios, al no tener MIR propios, no podemos garantizar un relevo en los profesionales que actualmente están. Y me dirán, pero es que a lo mejor ustedes no tienen vocaciones. Pues sí, y les puedo pasar a ustedes el estudio, si lo quieren, sin problema ninguno. A un 10 %, aproximadamente, de los alumnos que se presentan al MIR les gustaría vocacionalmente elegir urgencias y emergencias como primera opción, y hasta un 40 % la barajarían entre sus posibilidades. Es decir, tenemos gente que quiere trabajar, estudiar, formarse y trabajar con nosotros.


En cuanto al contexto actual de cómo está la especialidad, hay un grupo de trabajo creado desde el Ministerio de Sanidad con varias comunidades. Este grupo de trabajo ha finalizado un documento sobre cómo debe ser la especialidad de urgencias y emergencias en España, que solo está pendiente de que pase al pleno la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud. Ese es el paso que tenemos que dar para que esto sea una realidad.


¿Qué conseguimos con la especialidad? Una excelencia formativa asistencial, como le explicaba antes, una mejor planificación, un ahorro en recursos y una alineación internacional. Voy a dedicar una diapositiva a cada una de estas para que lo entiendan y reiteraré probablemente, y les pido disculpas, algunos de los mensajes que les he transmitido.


La excelencia formativa. Vuelvo a insistir, los médicos que actualmente ejercen en urgencias proceden de especialidades muy diversas. Su formación, por tanto, es heterogénea e irregular, no es una formación homogénea que garantizaría la mejor asistencia al ciudadano y al paciente. Ya ven ahí la ratio de las distintas especialidades que trabajan actualmente en los servicios de urgencias y emergencias. Observen que algunos no tienen ninguna especialidad. El propio informe del ministerio sobre necesidades de especialistas 2022-2035 dice que son los servicios donde tenemos mayor porcentaje de extracomunitarios y de médicos sin especialidad.


La segunda razón por la que es necesaria una especialidad, y ahora me meto en temas ya no tanto formativos como de recursos humanos y temas económicos, es una mejor planificación. El informe Valcárcel no es el primero sino el quinto de necesidades de especialidades 2022-2035 de médicos especialistas, ya los informes anteriores nos anunciaban casi la crónica de una muerte anunciada. La realidad es que hay dos especialidades en España que tendrán un déficit muy serio, y lo están teniendo, de profesionales: una la conocen todos, porque se han hartado de verla, es medicina de familia; la otra es la medicina de urgencias y emergencias, el segundo colectivo más numeroso. Estos datos que ven ahí, en los que pone déficit moderado, se aplica a ambas especialidades. No son datos nuestros, son datos de ese informe. En el año 2035 tendremos un 53 % de mayores de 50 años en nuestros servicios y un 16 % entre 60 y 65. Pero ya les digo que antes, en cinco años, en 2028, el porcentaje será del 44 % de mayores de 50 años. ¿Cómo se resuelve esto? Garantizando un recambio. ¿Cómo se garantiza un recambio? Teniendo, perdón por la expresión, sangre fresca, gente que vocacionalmente quiere dedicarse a las urgencias y emergencias. Eso se llama especialidad.


Solo voy a dar dos pinceladas porque no es mi rama ni mi conocimiento experto: la medicina de familia tiene problemas también y un déficit moderado de profesionales. Es cierto que probablemente las sociedades de familia tengan que plantearse cómo han llegado a esta situación en la vocación. Nosotros no tenemos ese problema. Saben ustedes que en el último MIR casi doscientas plazas de medicina de familia quedaron sin cubrir, deberían hacer, probablemente, un análisis interno de por qué ocurre esto. Pero les digo más, muchos de los que eligen medicina de familia, dado que es la especialidad que oferta más plazas, lo eligen porque no pueden elegir urgencias y emergencias. Se forman, entre comillas, en familia, pero huyen hacia los servicios donde intentan, más o menos, formarse, aunque no adquieren el grado de excelencia en la formación.


Y dirán, ¿por qué me cuenta este señor estas cosas? Entenderán que si no resolvemos el primer problema en los servicios de urgencias y si no tenemos una especialidad y sigue habiendo fuga de médicos de familia para ir a trabajar a urgencias, el agujero de medicina de familia será cada vez mayor, es decir, se nos escaparán residentes de familia para trabajar en urgencias, además con una formación inadecuada, y contribuiremos al agujero de esa especialidad. Parece más razonable, ordenemos esto, planifiquemos esto. ¿Cuántos médicos de urgencias necesita el sistema, 500 anuales? ¿Cuántos médicos de familia, 2500? ¿Qué elige el residente vocacionalmente hacer? Démosle esa opción y planifiquemos adecuadamente lo que necesita el sistema.


La tercera razón es un ahorro en recursos. Aquí sí que existe un acuerdo general. Todos, todos sin excepción, pensamos que el médico de urgencias necesita una formación, incluso los que suponen una especialidad primaria. Habrán escuchado hablar ustedes del área de capacitación específica, el paradigma. Lo que les presento aquí tampoco son datos nuestros como sociedad, son datos de la memoria de análisis de impacto normativo del Decreto 589/2022, que regula la formación sanitaria especializada en España, publicado en julio. ¿Qué dice la ley? La Ley de ordenación de profesiones sanitarias dice que para acceder a un área de capacitación específica debe finalizarse primero una especialidad, la que sea, interna, familia, traumatología, cirugía, anestesia, y después se accede al área de capacitación específica. El área de capacitación específica dura dos años y es un programa de formación MIR retribuido y pagado por las comunidades autónomas, es decir, para que nos entendamos, es como formar un R6 o un R7, y le cuesta dinero al sistema.


El tan manido ACE es una continuación en la formación del residente durante dos años más y pagado. Formar un médico de urgencias vía especialidad primaria, que vocacionalmente ha decidido dedicarse a eso, cuesta lo que ven ustedes ahí: aproximadamente, unos 232 000 euros si es una especialidad de cinco años, y unos 180 000 si es una especialidad de cuatro. Formarlo partiendo de otra especialidad con ACE cuesta entre 90 000 y 220 000 euros más por residente. Pero les digo más, con el déficit de médicos que tenemos tendremos un médico de urgencias en siete años, la especialidad que han hecho de base más el área de capacitación; y, por supuesto, quitaremos recursos y médicos de las especialidades de partida. Esto es, perdónenme la expresión, a lo mejor es un poco fuerte, un fraude para el contribuyente.


Y la cuarta razón es la alineación internacional, y aquí creo que quien mejor puede hablar es el doctor Connolly —gracias, doctor Connolly, por acompañarnos—, que para eso es el presidente de la Sociedad Europea de Medicina de Urgencias y Emergencias. Este mapa que ven es el mapa de cómo está la especialidad de urgencias en el mundo. Como pueden ver, Norteamérica desde hace tiempo la tiene desarrollada, Europa prácticamente en su totalidad desde los años dosmil. A veces hemos dicho que somos una anomalía latinoamericana, no, somos una anomalía española. Les invito a que vean el Cono Sur. Prácticamente todos los países de Latinoamérica, no deja de ser curioso, tienen desarrollada la especialidad de urgencias.


Doctor Connolly, cuando usted quiera. Gracias.


El señor PRESIDENTE DE LA EUROPEAN SOCIETY FOR EMERGENCY MEDICINE, EUSEM

(Connolly): (Se reproduce la interpretación simultánea de su intervención).


Muchas gracias.


Es un honor, presidente, vicepresidentes, senadores, miembros de la comisión; gracias por invitarme a estar aquí para hablar de la medicina de emergencias y urgencias. Es un momento muy importante para la medicina de urgencias y emergencias, sobre todo en España. Esta reunión nos servirá para saber dónde está y hacia dónde pueden ir las urgencias y emergencias, dependiendo de cómo se vean políticamente. Y la razón por la que estoy aquí —a mí no se me paga— es que estoy representando a la Sociedad Europea para la Medicina de Emergencias y Urgencias; soy el presidente, un puesto no retribuido. Van a escuchar estas palabras, emergencias y urgencias, más de una vez porque estoy comprometido con la medicina de urgencias y emergencias y creo que, en términos de especialidad, tiene la posibilidad, de verdad, de tener un impacto en la salud pública.


Me van a oír hablar una y otra vez de la seguridad. Les voy a hablar mucho de que la medicina de urgencias y emergencias es la red de seguridad para la gente que no tiene donde ir, es la red de seguridad para el hospital, para todos los especialistas. Hay una palabra que se utiliza mucho al hablar de la medicina de emergencias: disponibilidad. Cuando alguien no puede dar servicio, están las urgencias. Simplificando la diapositiva, al final, la sociedad existe para que la medicina de emergencias y urgencias sea la mejor posible en Europa, y no solo en cada país individualmente; se trata de armonizar, de estandarizar. Es decir, que si tenemos un accidente en Bélgica tengamos el mismo tratamiento que si estuviésemos en Eslovenia. Gran parte de lo que hacemos en la sociedad es intentar estandarizar para alentar esta especialidad. También luchamos por la investigación y todo lo que tiene que ver con el desarrollo de una especialidad médica per se.


Esto les puede dar una idea de cómo es de joven la especialidad. Yo empecé cuando comenzó en el Reino Unido y no fue hasta los dos mil cuando se hizo un programa de estudio, cuando UMS hizo la especialidad. Pueden ver, en verde, los países en los que es una especialidad primaria, en los que se acepta como una especialidad en los estudios de medicina; y explicaré después por qué esto es importante. Hay algunos países que, por distintas razones, geopolíticas o históricas, sí que hacen que sea una superespecialidad; lo pueden ver en naranja. Los Países Bajos tienen una posición distinta, tienen un perfil muy específico. Esperamos que estos países también hagan que sea una especialidad primaria. Por lo tanto, ahora tenemos una directiva que existe por distintas razones. No se olviden de que en Europa queremos promover la salud y, de hecho, priorizar la salud y permitir el libre movimiento en Europa, por lo que la especialidad empezó a existir y tuvo su estatus de especialidad con la esperanza de poder seguir avanzando y tener transferencia transfronteriza. Las especialidades pueden ser difíciles, pero una vez que se acepte la especialidad en Europa tenemos la esperanza de que podamos empezar a trabajar de manera transfronteriza.


En general, para que la especialidad sea una especialidad bien hecha son necesarios cinco años. Además, como decían, hay un currículum, hay un programa aprobado a nivel europeo y lo que es más importante: hay exámenes. Hay un examen de salida que cada vez es más importante y que esperamos que tenga sus créditos para que pueda ser un examen estándar en toda Europa. Quizás esto sea lo más importante. ¿Por qué? Porque todo el mundo puede hacer el trabajo que yo hago, no hay nada del trabajo que yo pueda hacer que no lo puedan hacer los demás. Un ginecólogo puede hacer traer a la vida a un niño, a un bebé, un cirujano puede abrir un pecho, un neumólogo puede ver pulmones, pero no se trata de eso, se trata de reconocer que se necesita tener a alguien que tenga esa capacidad, esa disponibilidad en profundidad. Y volvemos a la seguridad: alguien que pueda supervisar a aquellos que tienen que dar esos cuidados, porque esos cuidados cruzan muchas fronteras. La evidencia dice que hay que ir y mirar. No hay un único documento que diga que se sobrevive mejor si tienes una especialidad como emergencias, pero sí hay mucha evidencia empírica que dice que tiene que haber cambios en el sistema.


En Reino Unido cambiamos totalmente el sistema de trauma. Lo cambiamos y pasamos a un nivel de cuidados senior por la noche 24 horas al día; es decir un médico senior va a liderar el sistema de traumas. Los pacientes van directamente a centros que tienen esa infraestructura, incluso con los juniors haciendo su especialidad, pero con un nivel de supervisión, y, como ven, la supervivencia de los graves mejora un 20 % con este sistema. Un hospital local decidió consolidarlos también en los servicios de emergencias para permitir una subvención senior 24 horas al día y, una vez más, las tasas de ingresos cayeron y también la mortalidad en los pacientes más mayores, que son más complejos.


Podemos ver que hay algunos sitios donde se ha hecho un gran trabajo en la especialidad de emergencias, como en las naciones africanas y en los países de ingresos medios y bajos. Esta es la Universidad de Brown donde se han estudiado pacientes pre y post y vemos cómo la traumatología baja mucho con un senior presente supervisando toda la especialidad.


Hay muchos artículos y documentos —podemos darles todos los que necesitan—, pero hay uno de ellos que estudia todas las evidencias y dice que este es el valor, sí que hay valor financiero en cuanto a eficiencia, eficacia, seguridad y en cuanto a tratamientos al paciente, en general. ¿Por qué? ¿Por qué ahora? El público lo va a pedir cada vez más. Van a buscar servicios de más calidad. Estos son tiempos difíciles en los que acabamos de pasar la COVID, y, obviamente, en los desastres de gran escala el público necesita una respuesta organizada.


El rol de emergencias está bien, pero aquí me gustaría resaltar el mensaje que hay en el medio. Los pacientes que vienen a las urgencias son distintos y difíciles, difíciles porque a menudo tienen muy alto riesgo de tener problemas mayores y a menudo no tienen la información disponible de su historial y la que traen es muy vaga. El médico necesita tener experiencia y ese elemento de supervisión para poder trabajar bien y reconocer lo que hay que reconocer. Pero, lógicamente, calidad y seguridad. Esa es la razón y lo enfatizo: la seguridad para los pacientes, en general; pero no solo para el paciente, seguridad para la sociedad. Tener una estructura que pueda reconocer y mitigar una infección o desastres, es la puerta de entrada para la mayoría de los pacientes, así que las urgencias son parte del seguimiento y de estar alerta en el hospital.


Un paciente entra con problemas múltiples y complejos, puede tener una cadera rota, puede tener una enfermedad renal, cardiaca o demencia, u otros problemas, y tener a alguien formado en todo esto permite tener una visión general y que nos centremos menos en una especialidad única para el paciente. En el Reino Unido a esto lo llamamos acertar a la primera, ser eficaces a la primera, si el paciente con dolor abdominal va al servicio adecuado, no que venga un especialista que no sabe o no ve lo que hay otros servicios, por ejemplo, geriatría o gastrointestinal. Esto es seguridad. Y, además, antes de acabar, la seguridad también es para los médicos. Los médicos que trabajan sin supervisión tienen más riesgo de cometer errores por no saber o por no tener esa seguridad. Es una red de seguridad para mantener a los pacientes y a los médicos seguros. Una supervisión senior, una especialidad con una supervisión senior 24 horas y siete días mejora los resultados en todas las áreas que veamos y también ayuda a formar a los juniors y mejora sus aptitudes, capacidades y su bienestar.


Termino. Estuve ayer en el Congreso de Vigo —que está muy bien organizado— y dejé mi puesto para venir aquí hoy porque es el momento. Hay mucha gente que trabaja en emergencias y que quiere seguir trabajando, y yo creo que si damos esta especialidad se van a energizar todas las urgencias. Hay que ir a por ello y tendrán todo nuestro apoyo. Parece que no es mucho, pero estamos mirando de cerca lo que están haciendo, porque en cualquier cosa que necesiten nosotros vamos a ayudar. Vuelvo a decir que es calidad, seguridad, eficiencia el hecho de que la medicina de urgencias y emergencias sea segura. Muchas gracias por su atención. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.


Tiene unos minutos, si desea intervenir, doctor Vázquez Lima.


El señor PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS, SEMES (Vázquez Lima): Thank you, doctor Connolly. Habla de calidad y seguridad. Ese es el lema de nuestra campaña, si se dan cuenta: Tu seguridad es nuestra especialidad. En el año 2022 recabamos los apoyos de casi trescientos ayuntamientos en este país, todos se iluminaron con los colores azul y blanco, que representan la estrella de la vida, nuestro lema. Ahí tienen la imagen del Congreso de los Diputados. Quiero dar las gracias particularmente a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que nos ha permitido esta imagen.


Treinta y cinco sociedades científicas en España respaldan la sociedad. Tenemos documentos firmados con todas ellas, entre ellas, destaco algunas: anestesia, radiología, pediatría, y hoy, en un día como hoy, oncología. Creo que me entienden. Como ven, arriba a la izquierda aparece la OMC, la Organización Médica Colegial, la máxima representación de los médicos en España, aprobó en asamblea el apoyo a la especialidad de urgencias y emergencias en España. Su presidente, el doctor Cobo, lo ha repetido reiteradamente. Las asociaciones de pacientes también hemos firmado con más de treinta sociedades de pacientes un apoyo manifiesto al desarrollo por el bien de ellos, por su seguridad y por la calidad en la asistencia. La 72.a Asamblea de la OMS, en el año 2019, insta a todos los Gobiernos al desarrollo de programas de formación en urgencias y emergencias. El Defensor del Pueblo, en el informe conjunto del año 2015, Derechos y Garantías de los Pacientes, insta al Gobierno a la creación de la especialidad. El Consejo Económico y Social también. Se han aprobado, como saben, muchas mociones y PNL en distintas comunidades. Hay apoyo de organizaciones sindicales, UGT, Comisiones y sindicato médico y distintas fuerzas sociales. Ustedes mismos, hace relativamente poco, apoyaron algunas medidas para garantizar la sanidad pública de este país. Entre esas medidas estaba el desarrollo de la especialidad de urgencias y emergencias, una iniciativa del Grupo Vasco. Les agradezco mucho la palabra celeridad, es una palabra bonita, pero más que celeridad lo que hay que hacer es afrontar y resolver definitivamente una anomalía que tenemos encima de la mesa. Será bueno para la sanidad pública en su conjunto.


Finalizo. Les doy las gracias. He puesto esta diapositiva porque creo que es muy representativa. En el año 2021, casi 300 servicios de urgencias de este país salieron a la entrada de sus servicios. Estábamos en plena pandemia. Pedían formación, pedían garantía para sus servicios. No queremos ir a ningún otro sitio. Queremos seguir trabajando con nuestros pacientes. Nosotros no nos manifestamos, nos manifestamos con ellos. Solo les pido que, por favor, den el respaldo a lo que es una realidad.


Gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, doctor Vázquez y doctor Connolly.


Vamos a proceder a dar un turno de portavoces, con una intervención aproximada de cinco minutos, más o menos. Vamos un poco retrasados ya, bastante retrasados. Habrá un turno para los portavoces y, luego, un breve turno también para los ponentes para contestar algunas preguntas que se formulen o las consideraciones que precisen.


Empezamos, como siempre, de menor a mayor. Empezamos por el Grupo Mixto. Doctor Marín Gascón, tiene la palabra.


El señor MARÍN GASCÓN: Gracias, presidente.


Doctor Vázquez Lima, doctor Jim Connolly, gracias por su presencia hoy aquí para informarnos de la grave situación que viven los servicios de urgencias, tanto españoles como europeos. En España se da la gran paradoja, como ustedes han indicado antes, de que no están reconocidos como especialistas y, en cambio, sí lo están en Europa. España junto con Portugal son los dos únicos países que no tienen reconocida a día de hoy la especialidad de urgencias y emergencias, con el grave problema que eso ocasiona a la población.


Refiriéndonos a la situación de España en concreto, el tema del déficit de médicos especialistas que afectan a urgencias y emergencias como atención primaria no es nada nuevo; es algo ya conocido de todos los médicos y es conocido desde los años 2009 y 2010, en que los médicos empezamos a plantear los problemas que con el paso del tiempo iban a venir e iban a afectar a la sanidad española. Pero ¿cuál es el problema? Que tanto el Gobierno central, los distintos Gobiernos centrales, como los Gobiernos autonómicos, no han hecho nada para remediar esa situación y nos enfrentamos a día de hoy con ese grave problema que, repito, afecta, sobre todo, a la atención primaria, que es el primer escalón, el primer peldaño para entrar en la sanidad pública, como, en concreto, a la especialidad de urgencias y emergencias.


Tenemos un grave problema en personal —usted lo ha indicado antes—: los MIR, los médicos que están en formación, muchos de ellos no quieren, no les gusta, la especialidad de Medicina de Familia. Usted ha indicado que en el último MIR hubo doscientas plazas del médicos de familia que se quedaron vacantes, porque prefieren otras especialidades. E incluso aquellos que terminan el MIR, debido a un problema fundamentalmente de salario, se ven abocados a irse al extranjero, donde son muy bien reconocidos con respecto a su país.


Es una paradoja —usted lo ha indicado también— que en España se invierte mucho dinero en formar a un médico y, cuando ya lo tenemos formado, le obligamos a irse fuera a ganarse la vida y nosotros nos vemos obligados, por desgracia, a contratar médicos de terceros países. Hace ya años que los servicios de urgencias, tanto a nivel privado como a nivel de sanidad pública, estaban ocupados en su mayoría por médicos iberoamericanos o médicos de países del Este con una grave carencia en formación, y fueron innumerables los problemas que hubo en aquella época. Como digo, este problema que afecta a la especialidad no es nada nuevo, viene ya de viejo; lo que pasa es que la COVID ha puesto más de manifiesto ese grave problema.


Por otro lado, los servicios de urgencias cada vez tienen más presión asistencial, entre otras cosas porque cada vez hay más población. Y otro problema es que, en general, los centros de atención primaria cierran la mayoría de las veces por las tardes, con lo cual cualquier persona que en horario de tarde o noche se encuentre mal está abocado a ir a los servicios de urgencias hospitalarias, con el consiguiente colapso que eso puede acarrear. Si los distintos Gobiernos pusieran de manifiesto ese grave problema y dotaran tanto de personal como de medios los centros de atención primaria, a lo mejor el 70 % o el 80 % de la patología médica se podría resolver en los centros de atención primaria quitando presión asistencial a los centros de urgencias.


Por citar algunos datos, vemos que los servicios de urgencias atienden a un 30 % más de pacientes de media e, incluso, en algunas comunidades un 40 % más respecto al año 2019. Esta presión asistencial sigue aumentando cada vez más. Usted lo ha indicado antes, a día de hoy tenemos unos 25 000 hombres y mujeres dedicados a los servicios de urgencias y emergencias, pero que no tienen reconocida su especialidad, con el grave problema que eso conlleva. Ese déficit de formación, que usted ha indicado muy bien antes, en los médicos que se dedican a los servicios de urgencias y emergencias en el caso de las puertas de urgencias del hospital, lo vemos casi continuamente en las distintas noticias y, por desgracia, tengo que comentar lo que ya es sabido de todos, cómo en los últimos días una niña de doce años ha fallecido tras haber acudido en tres ocasiones distintas a un servicio de urgencias hospitalarias. ¿Por qué? Por la falta de formación de esos médicos.


El señor PRESIDENTE: Vaya, terminando, señor Marín.


El señor MARÍN GASCÓN: Termino seguida.


Desde aquí instamos al Gobierno central como a los distintos Gobiernos autonómicos a que solucionen los graves problemas que afectan, en general, a la sanidad española si no queremos llegar a su colapso con la grave situación que provocaría en la población española.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.


Por parte del Grupo Parlamentario Democrático, el señor Sánchez tiene la palabra, por un tiempo aproximado de cinco minutos.


El señor SÁNCHEZ LÓPEZ: Sí, señor presidente, muchas gracias.


Buenos días. Bienvenidos, señor Vázquez y señor Connolly, doctores, bienvenidos. Como cuestión previa, si me permiten, quiero mandar un saludo, y que así conste en el Diario de Sesiones su nombre, a Pascual Piñera, que fue la persona que me convenció de la necesidad de la especialidad de la medicina de urgencias y emergencias. Y tan bien y tan profundamente me convenció que fui yo quien solicitó su comparecencia aquí en el día de hoy, y he hablado en dos comparecencias a sendos ministros, la señora Darias y el señor Illa, de la especialidad, y a la secretaria de Estado. Creo que me convenció con buenos argumentos y cada vez que he podido he sido uno de sus paladines, no de los mejores, pero uno de ellos y la ha defendido. En este sentido, quiero transmitir la necesidad de su creación para poder planificar, como ustedes han dicho, de forma adecuada tanto la atención primaria, que tiene un grave problema, como los servicios de urgencias, que es la falta de planificación.


Si no sabemos el número de médicos que se van a dedicar a hacer medicina de atención primaria y medicina de urgencias con suficiente tiempo de antelación, obviamente, no se pueden planificar, esto es obvio. Ahora mismo, el cupo de médicos para ambas especialidades sale del grupo de médicos del MIR que hacen básicamente medicina de familia. En este sentido, señor Vázquez, le voy a hacer una pregunta. Bajo su punto de vista, ¿qué consecuencias cree usted que tendría para el Sistema Nacional de Salud la no creación de la especialidad? Usted ya ha dicho que somos, junto con Portugal, el único país que actualmente no la reconoce y también ha dicho, y me he quedado con esta frase, que actualmente existe una formación unificada en el voluntariado y se reconoce. Pero esto no puede ser, lo que se necesita es que sea o que esté reglada. Ya existe —también me ha llamado la atención— en el ámbito militar.


Otra de las cuestiones que también me ha llamado la atención es que todos pensamos que el médico de urgencias necesita una especialización. Yo creo que todos, absolutamente todos, y todas pensamos que el médico de urgencias necesita una especialización. Pues qué mejor que crearla. Por tanto, termino, como solo tengo cinco minutos, como empecé, dándoles la bienvenida, dándole las gracias y deseándoles mucha suerte, porque será la suerte de todos.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Sánchez.


¿Grupo Parlamentario de Izquierda Confederal? (Pausa). No están. ¿Grupo Nacionalista en el Senado? (Pausa). Tampoco están.


Por parte del Grupo Parlamentario Vasco, la señora Ahedo.


La señora AHEDO CEZA: Muchas gracias, señor presidente.


Lo primero que quiero haceer es agradecer al doctor Vázquez y también al doctor Connolly, wellcome and thank you, su exposición. Yo soy del Grupo Vasco, entonces entenderán que a nosotros no nos tienen que convencer. En la mayor parte de su exposición se ha referido a la necesidad de una especialidad, y nosotros compartimos esa reivindicación desde hace mucho tiempo. Hablaba de celeridad. Ya llevamos mucho tiempo. Se ha hecho el grupo de trabajo, pero creo que vamos tarde. Nunca es tarde si la dicha es buena. Esperemos que sea lo antes posible y que podamos ver que, efectivamente, existe ya la especialidad de urgencias y emergencias. Usted ha hablado de la situación, pero creo que, en general, hay un déficit de profesionales y el déficit de profesionales es general, pero sobre todo en Medicina de Familia y Comunitaria y en Pediatría. Eso también supone que, como usted bien ha dicho, si hay gente que hace la especialidad de familia para luego decantarse por la urgencia habría que replantearse muy bien todo el sistema para que eso no quiera decir que, en vez de 200 plazas de medicina de familia de MIR vacantes haya 400 o 500 en el resto de los años. Quiero decir que cada vez que movemos una pieza es un puzle gigante que creo que hay que estudiarlo de manera holística. No podemos ir solo a una de las partes.


Usted también decía que necesitan garantía de recambio y les pregunto: ¿ustedes creen que la garantía de recambio es suficiente con la especialidad? Porque estamos viendo otras especialidades en las que la especialidad ya existe y que el recambio no se da. Y otra pregunta que tenía es si ustedes ven, además de este problema, que no haya una especialidad; y cuando ustedes han dicho que en cuanto a una mejor planificación suponía, fundamentalmente calidad, seguridad y eficiencia, etcétera, si ven otros problemas específicos en los servicios de urgencias y emergencias. Uno de los problemas que ustedes plantean... Me está mirando el señor Connolly con cara un poco..., creo que no me he explicado bien. (Denegaciones del señor Connolly). Lo que quiero preguntar es si, además del problema de que no haya especialidad, lo que genera una serie de inconvenientes, hay otros problemas específicos en los servicios de urgencias y emergencias, sabiendo que cada comunidad autónoma es un mundo y cada servicio también, pero si hay algunos en genérico que creen que nos podrían comentar.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.


¿Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana? (Pausa). No está. Por parte del Grupo Popular en el Senado, doctor Raboso.


El señor RABOSO GARCÍA-BAQUERO: Bienvenido, doctor Vázquez. Please, be very welcome, doctor Connolly, to the Senate of the Kingdom of Spain. El Partido Popular suscribe sin reserva sus planteamientos. En nuestra opinión, España, en estos momentos, no tiene una capacidad asistencial como puede y debe tener un país como España para hacer frente, por ejemplo, a una catástrofe masiva, como está sucediendo ahora mismo en Turquía o también está sucediendo, por ejemplo, en Ucrania. Resulta un consuelo y al mismo tiempo supone un punto de amargura que tanto en Turquía como en Ucrania tienen reconocida como especialidad primaria la medicina de urgencias y emergencias. En nuestra opinión, el hecho de que no esté establecida, administrada y formada la especialidad de medicina de urgencias y emergencias es una verdadera vergüenza para la medicina de este país. No tiene paliativos. Yo, desde luego, como médico, lo vivo como algo intolerable.


Quiero que sepa usted, como portavoz del Grupo Popular, que el Grupo Popular ha estado muy activo para intentar corregir esta situación. Solo los últimos cuatro meses presentamos una proposición no de ley en Pleno, que fue aceptada; también presentamos una moción en la Comisión de Sanidad solicitando la creación de medicina de urgencias y emergencias, que, en su momento, votaron el resto de los partidos en contra, incluido, por cierto, el Partido Nacionalista Vasco; recientemente, la semana pasada, una proposición no de ley del Grupo Nacionalista Vasco, que era una copia literal de la que habíamos presentado nosotros en octubre, fue aprobada con la abstención del Grupo Socialista, y tan solo hace 48 horas, en la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid, quiero decir que se presentó otra vez una solicitud instando al Gobierno de la nación para aprobar esta especialidad y se aprobó gracias a los votos a favor del Grupo Popular, la abstención de Vox y los votos en contra de todos los partidos de la izquierda.


Mire, pese a que el Partido Socialista está cosechando una derrota parlamentaria tras otra en este sentido y que, además, esta situación se está agravando políticamente para ellos, porque ya ni siquiera consiguen que sus socios voten contra la creación de esta especialidad, hasta ahora tengo que decir que el resultado ha sido nulo y lo peor es que, además, el Partido Socialista y otros partidos de la izquierda son muy críticos con la situación de los servicios de urgencias sobre todo en las administraciones de las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular. Nosotros nos preguntamos, y quiero ponerle a usted delante la pregunta, qué intereses están bloqueando el acceso a la Comisión de Recursos Humanos del ministerio de la aprobación definitiva de la creación de esta especialidad. Me gustaría saber cuál es su opinión en este sentido. Lo que sí le aseguro es que estos intereses que están bloqueando la creación de su especialidad no son ni los intereses de los profesionales ni los intereses de los españoles, y también le aseguro que el Partido Popular seguirá dándole su apoyo al máximo hasta que consigamos que esta especialidad, esta vergüenza para la medicina española, quede corregida de una vez por todas.


Nada más, muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Raboso.


Por parte del Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Escudero.


El señor ESCUDERO ORTEGA: Muchas gracias, presidente.


Señor Vázquez Lima, señor Connolly, muchas gracias por su presencia hoy aquí. La verdad es que cuando la vida de todos nosotros depende de ustedes no se puede estar más de acuerdo con lo que han expuesto aquí. Desde mi grupo, en el Gobierno en estos momentos, tienen todo nuestro apoyo, todo nuestro ánimo para conseguir lo que lo que ustedes pretenden. No es tampoco un problema de ahora mismo, y no es un problema de ahora mismo porque es un problema que se arrastra desde hace tiempo en este país, donde me imagino que todos tendremos alguna responsabilidad. Usted mismo ha dicho que en el año 2016 se creó la Medicina de Urgencias y Emergencias para el tema militar, entonces había otro Gobierno, sin embargo, aunque ustedes colaboraron en esa cuestión, parece ser que el Gobierno no estimó en esos momentos dar ningún paso adelante. No hace falta que sea más explícito.


Y también me va a permitir usted que no utilice mi intervención para lanzar una especie de juicio sobre la Medicina de Urgencias y Emergencias, como ha hecho otro grupo político. Me parece deleznable que una situación indeseable, una situación que genera un dolor interno al profesional, se pueda traer a colación en esta comisión, en esta comparecencia.


Señor Vázquez, señor Connolly, el Partido Socialista, que gobierna en estos momentos y al que tengo el honor de representar en esta intervención, aprobó en el año 2021 una proposición no de ley donde se inicia el procedimiento para establecer la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias, atendiendo, obviamente, a los requisitos legales de participación —uno— de las comunidades autónomas, que son las que tienen las competencias en sanidad; dos, de los colegios profesionales, porque, obviamente, hay que contar con ellos, con su beneplácito y con su participación; y, por supuesto, con la del mundo académico, que es el que tiene que formar en buena medida a los especialistas y, por lo tanto, también tiene algo que decir. Por consiguiente, hay que unir muchas voluntades para desarrollar esta especialidad. Por eso, a lo mejor en 2016 no se quiso abordar esta cuestión, porque es compleja. Pero mi partido sí lo va a hacer. Y, para hacerlo, después de ese real decreto, de esa proposición no de ley, firmamos otro real decreto, el 589/2020, de 2022, de 19 de julio, por el que ya se comienza a regular la formación transversal de las especialidades en ciencias de la salud, el procedimiento y criterios para los nuevos títulos o diplomas en el área de capacitación específica. También lo hemos desarrollado. Y estamos pendientes en ese Consejo Interterritorial de Salud, que es donde, de alguna manera, se tienen que lanzar esas cuestiones, de que las comunidades autónomas tomen esa iniciativa y se pueda hacer. Ahora mismo se necesita en siete comunidades autónomas. Hay cuatro que son las que han dado su visto bueno, en principio. Obviamente, no voy a pronunciar el nombre de las cuatro comunidades autónomas por respeto, pero, indudablemente, esto es una cuestión de país, no de que los partidos políticos vengamos aquí a tirarnos los trastos. Es una cuestión de país, de que todos tomemos conciencia de lo importante. Mi grupo —se lo digo a usted sinceramente, atendiendo al anexo del decreto que desarrolla esa creación— está totalmente entregado para que así sea.


Ahora, en las preguntas que les voy a hacer paso a la segunda opción. Señor Vázquez, no puede ser que el mercantilismo en el que algunos tratan de meter la sanidad —y la sanidad pública, que ha dicho usted que es el 78 % de lo que abarca ahora mismo las urgencias— esté dificultando que los profesionales puedan desarrollar esa especialidad y de que no haya seguridad en la atención por parte de la sanidad pública.


Y también quería saber su opinión sobre si el sistema que tenemos en España de descentralización de nuestra sanidad, que así lo hemos elegido y del que estamos muy orgullosos —y yo creo que tenemos que estarlo—, nos puede estar impidiendo avanzar en esta cuestión en concreto.


Y, a raíz de esta cuestión, le quería preguntar al señor Connolly si no son las autoridades europeas quienes deben marcar una directiva europea de obligada trasposición a la legislación nacional de cada país que aclare, que siente las bases desde el punto de vista europeo de lo que debe ser algo tan importante como es la Medicina de Urgencias y Emergencias. Usted lo ha dicho, países que sí están, países que no están, que la tenemos desarrollada a diferentes niveles, de diferentes maneras, y, por tanto, le pregunto si no sería conveniente que las autoridades europeas marcaran unas directrices para todo el ámbito europeo de aplicación.


Les reitero que tienen ustedes todo el apoyo y la sinceridad del Grupo Parlamentario Socialista en el Senado. Nosotros lo hacemos desde el realismo y desde la capacidad que tenemos para poder llegar a acuerdos en todos los ámbitos a fin de que esto se desarrolle. Créanme ustedes que esa es la intención de todo mi grupo. Nos sentimos plenamente identificados con su labor y su trayectoria y queremos que así siga siendo. Cuenten ustedes con nosotros. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Escudero.


A continuación, se abre un breve turno para los dos comparecientes para cerrar el debate y contestar las preguntas que consideren pertinentes.


El señor PRESIDENTE DE LA EUROPEAN SOCIETY FOR EMERGENCY MEDICINE, EUSEM (Connolly): (Se reproduce la interpretación simultánea de su intervención).


Se han dicho muchas cosas, pero, en cuanto a la última cuestión, sobre la directiva europea para dar directrices y sobre una posible trasposición, yo creo que las directrices ya existen. En Europa siempre se deja espacio a la soberanía, pero las directivas están muy encaminadas a intentar conseguir una cierta estandarización y armonización; sobre todo, las directivas que promueven la salud y se proponen eliminar las desigualdades. Sé que ya se ha hecho cierto movimiento, pero no puede haber una directiva que diga «esto tiene que ser así». No podemos dar definiciones de qué es lo que tiene que ser, pero sí hay que otorgar cierta soberanía. Y en la especialidad es más difícil. Es más fácil decir cómo tiene que ser la formación de un médico. Es más difícil por el tiempo que se necesita para definir una especialidad, no solo la de Medicina de Urgencias y Emergencias. No estoy diciendo que no haya que emprender ese camino, porque ese es el futuro a medida que se vaya aceptando más la especialidad en Europa. Entonces, la siguiente fase será cómo se estandariza, cómo se armoniza, la cantidad de años. Eso, por ejemplo, no está estandarizado. Cuál ha de ser el examen final o los puntos de formación. Por tanto, estoy de acuerdo con lo que ha dicho y me parece un paso muy importante para seguir avanzando.


Voy a retomar la pregunta de la representante del Grupo vasco en cuanto a si hay otros problemas relacionados con los sistemas de urgencias y emergencias, y la especialidad. Pues yo creo que sí hay distintos problemas. En la medicina de urgencias se necesita un aprendizaje. No siempre las cosas van bien, pero hay una necesidad de aprendizaje por parte de las personas. Antes hablábamos sobre trabajar en un búnker, sin apoyo. Y esto nos lleva a este déficit de formación y de médicos noveles. En el Reino Unido esto es muy popular, la gente lo ve, y en los últimos meses ha sido horrible. Como están diciendo ustedes, cuando entran en el servicio como neurocirujanos, el tiempo es muy valioso porque aprenden mucho de manera supervisada, siendo responsables, y el feedback de la gente que pasa por allí es muy positivo. No todo responde a un problema de déficit de personal ni de los médicos que se van. En el Reino Unido, por ejemplo, no tenemos este problema.


El señor PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA DE URGENCIAS Y EMERGENCIAS, SEMES), (Vázquez Lima): Gracias, doctor Connolly, es un placer escucharle.

Creo que va a ser complicado, porque Modesto, a pesar de que sea muy paciente, seguro que me va a cortar el micrófono para que les pueda contestar a todas las preguntas.


Me gustaría darles las gracias a todos los grupos parlamentarios por sus palabras, por haber manifestado su apoyo. Pretendo transmitirles que cuando los médicos de urgencias y emergencias vamos a trabajar, nos ponemos un pijama blanco. Ese pijama blanco no tiene ningún color. El color que pretende, única y exclusivamente, es la formación de sus profesionales. Entiendo perfectamente sus razones para disputar en ocasiones quién ha sido el hacedor de esta gran causa. Yo solo creo en la sanidad pública, y lo he manifestado por activa y por pasiva. Y creo que aprobar la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias es un hito para la sanidad pública y para el bien de nuestros pacientes. Por lo tanto, agradezco las palabras de todos los grupos, pero permítanme que no entre en la confrontación política.


Me preguntaban específicamente por el decreto 589 aprobado en julio. Sí, el decreto establece la regulación de la formación transversal en especialidades en ciencias de la salud, tanto en las nuevas especialidades como en urgencias y emergencias. Es posible y es lógico, ya que tienen ustedes muchas ocupaciones, que no conozcan lo que ha llevado ese grupo. Se creó un grupo, instado por el Ministerio de Sanidad, en el que participan todas las comunidades autónomas. Ese grupo —lo expuse antes— terminó un documento de propuesta de especialidad de urgencias. Ese documento está apoyado por siete comunidades autónomas —tampoco las voy a citar—, más dos más que se ausentaron de la reunión. Ese documento tiene que elevarse al Pleno de la Comisión Nacional de Recursos Humanos para su aprobación. Ese es el punto de partida.


En cuanto a si la descentralización impide avances, yo creo que la descentralización ha sido muy positiva en el ámbito de la sanidad. Probablemente tengamos que unificar criterios en algunas áreas para no comernos los profesionales unos a otros. Sin embargo, todo el aspecto de formación está centralizado en estos momentos. La regulación de la formación reside en el ministerio. Por supuesto que las comunidades tienen que opinar. Por supuesto que la Comisión Nacional de Recursos Humanos tiene que opinar. Por supuesto que las organizaciones colegiales tienen que opinar. Pero yo creo que, al final, hay que tomar una decisión. Y eso es lo que hemos venido a plantear aquí.


Respecto a si los servicios de urgencias tienen problemas, como comentaba la compañera del Grupo Vasco, sí que los tienen, independientemente de la especialidad. No creamos que la especialidad es la panacea. Yo no creo que vaya a resolver los problemas de los servicios de urgencias. Pero sí creo que va a contribuir sobremanera a que tengamos una garantía en la calidad de la asistencia que prestamos y en la equidad, vuelvo a insistir, en hospitales pequeños y en servicios de emergencias. Pero, por supuesto, seguiremos teniendo problemas, como existen en Europa: problemas de sobreaforo en nuestros servicios, de drenaje, etcétera, e intentaremos gestionarlos, no tenga duda.


Con respecto al caso de apendicitis reciente, hay una máxima en medicina —y aquí hay algunos médicos, como comentaba el representante del Grupo Popular, que lo saben—: El último médico siempre es el más listo. Créanme. La patogenia de la enfermedad sigue una serie de requisitos. Cuando alguien inicia un cuadro, es muy difícil hacer el diagnóstico. Y, una vez que ha pasado el cuadro, es muy sencillo evaluar el caso. En medicina no es todo uno más uno igual a dos. Es una ciencia inexacta y es muy fácil verla a toro pasado y muy difícil verla al principio. Lamentamos profundamente —y así lo he hecho en redes— cualquier fallecimiento de un paciente en un servicio de urgencias o en un servicio de urgencias de atención primaria donde inicialmente fue atendido. Creemos que se cometen menos errores cuando los profesionales están correctamente formados. Pero también creemos que culpabilizar sistemáticamente a los profesionales que atienden en las fases iniciales de una enfermedad no es una vía correcta ni adecuada. Y les habla una persona que tiene una cicatriz, una paracólica, en el ombligo, intervenido a los tres años, al que su padre llevó en brazos a un centro de salud. Y no fue diagnosticado de apendicitis porque no tenía signos de apendicitis en ese momento. Y cinco días después acabó operado con una paracólica, sin cierre por planos, porque el cirujano le dijo que ese niño se iba a morir. Y se pasó veinte días en una UCI. Ese niño les está hablando en este momento. Aún ahora agradezco al médico de urgencias que me detectó en aquel momento la apendicitis. Todo es muy fácil una vez pasado el episodio. Todo es muy difícil cuando empiezan los cuadros clínicos.


Yo creo que poco más les puedo añadir. Les vuelvo a ratificar nuestro agradecimiento. Estamos a su disposición para toda la documentación que puedan precisar. Creemos, con modestia, que conocemos bien esa documentación. Creemos, también con modestia, que tenemos el respaldo de nuestros colegas europeos e internacionales. Y lo que nos gustaría, básicamente, es que respetáramos la vocación de los urgenciólogos que están por venir, y que esos urgenciólogos puedan relacionarse de tú a tú —yo me jubilaré dentro de poco— con nuestros colegas europeos.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias al doctor Connolly y al doctor Vázquez por esta comparecencia y por la defensa, con cierta vehemencia a veces, de la especialidad de urgencias. Desde luego, hay argumentos. Yo tampoco soy ningún experto ni voy a entrar en eso ahora, pero los grupos se han manifestado y creo que el tema está donde tiene que estar; los tiempos para resolver las problemas se les hacen muy largos a los que más lo necesitan y probablemente muy cortos a los que menos lo necesitan. Esperemos que la cosa acabe bien para todos y que el Sistema Nacional de Salud, el sistema público de salud, mejore en esta prestación. Por supuesto, no es el único déficit que hay, por lo que, probablemente, no con eso vamos a arreglar todos los problemas de la sanidad, ya que seguirá habiendo otros.


Fue un placer escucharles y aquí nos tienen, aunque esperemos que no necesiten venir para utilizarnos más como altavoces. En todo caso, aquí nos tienen para lo que necesiten. Muchas gracias.


Hacemos una pausa mientras despedimos a los doctores. (Pausa).





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